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El reflejo
Cuando murió Narciso las flores de los campos quedaron desoladas y solicitaron al río gotas de agua para llorarlo. -¡Oh! -les respondió el río- aun cuando todas mis gotas de agua se convirtieran en lágrimas, no tendría suficientes para llorar yo mismo...
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El gigante egoísta
[Cuento. Texto completo] Oscar Wilde Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del Gigante. Era un jardín amplio y hermoso, con arbustos de flores y cubierto de césped verde y suave. Por aquí y por allá, entre la hierba,...
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HISTORIAS DE AMOR
El universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. Uno no esta en casi ninguna parte. Sin embargo, en medio de las infinitas desolaciones hay una buena noticia: el amor. Los Hombres Sensibles de Flores tomaban ese rumbo cuando querian explicar...
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EL PSICOANALISIS EN FLORES
EL PSICOANALISIS EN FLORES (por Alejandro Dolina) La historia del psicoanalisis en el barrio de Flores es bastante curiosa. Quienes conocen a los Hombres Sensibles ya sospecharan que las teorias de Freud no fueron formuladas pensando en ellos. Y aunque...
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BALADA DE LA PRIMERA NOVIA
El poeta Jorge Allen tuvo su primera novia a la edad de doce años. Guarden las personas mayores sus sonrisas condescendientes. Porque en la vida de un hombre hay pocas cosas mas serias que su amor inaugural. Por cierto, los mercaderes, los Refutadores...
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EL SALON DE BAILE SIN BANIOS O EL RAPTO DE LOS ORINANTES
EL SALON DE BAILE SIN BANIOS O EL RAPTO DE LOS ORINANTES Un pintoresco croquis del Atlas seniala en la calle Yatay un enorme salon de baile. A pesar de su lujosa apariencia, el local no tenia banios. Sucedia entonces que los b ailarines se veian obligados...
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La función del arte
1 Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar,...
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Crónica de la ciudad de Buenos Aires
A mediados de 1984, viajé al río de la Plata. Hacía once años que faltaba de Montevideo; hacía ocho años que faltaba de Buenos Aires. De Montevideo me había marchado porque no me gusta estar preso; de Buenos Aires, porque no me gusta estar muerto. Pero...
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La Tregua
“¿Usted ve alguna salida? Lo que es yo, por mi parte, no la veo. Hay gente que entiende lo que está pasando, pero se limitan a lamentarlo. Falta pasión, ese es el secreto de este gran globo democrático en que nos hemos convertido. Durante varios lustros...
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Persecuta
Como en tantas y tantas de sus pesadillas, empezó a huir despavorido. Las botas de sus perseguidores sonaban y resonaban sobre las hojas secas. Las omnipotentes zancadas se acercaban a un ritmo enloquecido y enloquecedor. Hasta no hace mucho, siempre...
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El sexo de los ángeles
Una de las más lamentables carencias de información que han padecido los hombres y mujeres de todas las épocas, se relaciona con el sexo de los ángeles. El dato, nunca confirmado, de que los ángeles no hacen el amor, quizá signifique que no lo hacen de...
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Las medias de los flamencos
Cierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y a los sapos, a los flamencos, y a los yacarés y a los peces. Los peces, como no caminan, no pudieron bailar; pero siendo el baile a la orilla del río, los peces estaban asomados a la...
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El coleccionista de sonrisas
El 26 de agosto de 1990, en la segunda página del ‘The New York Times’, se publicó la fotografía de un atentado producido durante la invasión de Irak a Kuwait. A pocos metros de los cadáveres de un par de civiles, una niña miraba lo que parecía ser una...
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LA CABEZA DEL RABÍ
(Cuento oriental) A Emelina I ¿Cuentos quieres, niña bella? Tengo muchos que contar: de una sirena de mar, de un ruiseñor y una estrella, de una cándida doncella que robó un encantador, de un gallardo trovador y de una odalisca mora, con sus perlas de...
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SONATINA
SONATINA La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave sonoro, y en un vaso,...
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El pájaro azul
París es teatro divertido y terrible. Entre los concurrentes al café Plombier, buenos y decididos muchachos -pintores, escultores, poetas- sí, ¡todos buscando el viejo laurel verde!, ninguno más querido que aquel pobre Garcín, triste casi siempre, buen...
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La guerra de los yacarés
En un ríomuy grande, en un país desierto donde nunca había estado el hombre, vivían muchos yacarés. Eran más de cien o más de mil. Comían peces, bichos que iban a tomar agua al río, pero sobre todo peces. Dormían la siesta en la arena de la orilla, y...
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La Venta del Asno
Erase un chicuelo astuto que salió un día de casa dispuesto a vender a buen precio un asno astroso. Con las tijeras le hizo caprichosos dibujos en ancas y cabeza y luego le cubrió con una albarda recamada de oro. Dorados cascabeles pendían de los adornos,...
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El Caballo Amaestrado
U n ladron que rondaba en torno a un campamento militar, robo un hermoso caballo aprovechando la oscuridad de la noche. Por la mañana, cuando se dirigia a la ciudad, paso por el camino un batallon de dragones que estaba de maniobras. Al escuchar los tambores,...
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Una mujer vieja es peor que el diablo
Había una vez un joven matrimonio muy feliz. Marido y mujer se amaban con todo su corazón y siempre se llevaban bien. Pero el diablo se propuso sembrar la discordia entre ellos. Fue a ver a una vieja alcahueta, una mujer perversa, y le ofreció un par...
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Los niños que creían en nada
Nadie le daría trabajo con lo vieja que estaba, e indagar sobre si disponía de ahorros para montar un negocio en toda regla sería una falta de sensibilidad; por no decir un exceso de estupidez. Qué hacer cuando las carnes te exigen sobrevivir. ¿Pedir...
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El Cedro Vanidoso
E rase una vez un cedro satisfecho de su hermosura. Plantado en mitad del jardin, superaba en altura a todos los demas arboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecia un gigantesco candelabro. Si con lo hermoso que soy diera ademas fruto,...
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La Ostra y El Cangrejo
U na ostra estaba enamorada de la Luna. Cuando su gran disco de plata aparecía en el cielo, se pasaba horas y horas con las valvas abiertas, mirándola. Desde su puesto de observación, un cangrejo se dio cuenta de que la ostra se abría completamente en...
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LOS TRES PRÍNCIPES Y LA PLUMA DE LA PAZ
Había una vez un Rey que tenía tres hijos. Era un Rey muy malo porque tenía planes malvados. Un día un hijo suyo lo descubrió e intentó detenerlo y entonces el Rey mandó que lo introdujeran en un pudridero. Otro hijo fue a rescatar a su hermano pero lo...
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