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Sorpresa en el estadio Maracaná: Uruguay gana el campeonato mundial de fútbol de 1950. Al anochecer, Obdulio Varela huye del hotel, asediado por periodistas, hinchas y curiosos. Obdulio prefiere celebrar en soledad. Se va a beber por ahí, en cualquier...
Aquel no era un domingo cualquiera del año 67. Era un domingo de clásico. El club Santa Fé definía el campeonato contra el Millonarios, y toda la ciudad de Bogotá estaba en las tribunas del estadio. Fuera del estadio, no había nadie que no fuera paralítico...
Solea el sol y se lleva los restos de sombra que ha dejado la noche. Los carros de caballos recogen, puerta por puerta, la basura. En el aire tiende la araña sus hilos de baba. El tornillo camina las calles de Melo. En el pueblo lo tienen por loco. EL...
El hijo de Pilar y Daniel Weinberg fue bautizado en la costanera. Y en el bautismo le enseñaron lo sagrado. Recibió una caracola: -Para que aprendas a amar el agua Abrieron la jaula de un pájaro preso: -Para que aprendas a amar el aire Le dieron una flor...
Eran blancas las plumas de los pájaros y blanca la piel de los animales. Azules son, ahora, los que se bañaron en un lago donde no desembocaba a ningún río, ni ningún río nacía. Rojos, los que se sumergieron en el lago de la sangre derramada por un niño...
Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. El mundo es eso- reveló-. Un montón de gente, un mar...
La mujer y el hombre soñaban que Dios los estaba soñando. Dios los soñaba mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio. Los indios makiritare saben que si dios sueña...
Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales. Mario Ben...
Desde antes de despertarme, oí caer la lluvia. Primero pensé que serían las seis y cuarto de la mañana y debía ir a la oficina pero había dejado en casa de mi madre los zapatos de goma y tendría que meter papel de diario en los otros zapatos, los comunes,...