Parado sobre las aguas arrojando tu pan... mientras brillan los ojos de tu ídolo con cabeza de hierro. Los barcos distantes navegan hacia la bruma. Naciste con una serpiente en tus dos muñecas... mientras un huracán soplaba. La libertad estaba a la vuelta de la esquina. Pero con la verdad tan lejos, ¿para qué puede servir? El bromista baila al compás del canto del ruiseñor. El pájaro vuela alto bajo la luz de la luna. Bromista. El sol se pone tan rápido en el cielo. Te levantas y te despides de nadie. Los tontos se apresuran a entrar adonde los ángeles temen andar. Sus futuros, tan llenos de miedo, tú no los revelas. Quitándote otra capa de piel, siempre un paso adelante del acusador interior. El bromista baila al compás del canto del ruiseñor. El pájaro vuela alto bajo la luz de la luna. Bromista. Eres un hombre de las montañas, puedes caminar en las nubes. Manipulador de multitudes, eres un tergiversador de sueños. Vas a Sodoma y Gomorra, ¿pero qué te importa? No hay nadie allí que quiera casarse con tu hermana. Amigo del mártir y de la mujer avergonzada. Miras dentro de la caldera ardiente... y ves al rico sin nombre. El bromista baila al compás del canto del ruiseñor. El pájaro vuela alto bajo la luz de la luna. Bromista. Bueno, el libro de Levítico y el Deuteronomio, la ley de la selva y el mar son tus únicos maestros. En el humo de la penumbra sobre un corcel blanco... Miguel Ángel podría haber esculpido tus rasgos. Descansando en el campo, lejos del turbulento espacio, medio dormido cerca de las estrellas... mientras un perro te lame la cara. El bromista baila al compás del canto del ruiseñor. El pájaro vuela alto bajo la luz de la luna. Bromista. Bueno, el hombre del rifle, está persiguiendo a los enfermos y a los cojos. El predicador quiere lo mismo. ¿Quién llegará primero? No se sabe. Bastones y cañones de agua, gas pimienta y machetes, cócteles Molotov y rocas detrás de cada cortina. Jueces de falso corazón muriendo en sus propias redes. Es sólo cuestión de tiempo para que la noche llegue. El bromista baila al compás del canto del ruiseñor. El pájaro vuela alto bajo la luz de la luna. Bromista. Es un mundo de sombras, los cielos son grises. Una mujer dio a luz un príncipe hoy y lo vistió de rojo. Él pondrá al cura en su bolsillo y a la espada en el calor, sacará a los huérfanos de las calles... y los dejará a los pies de una prostituta. Bromista, tú sabes lo que él quiere. Bromista, tú no muestras ninguna reacción. El bromista baila al compás del canto del ruiseñor. El pájaro vuela alto bajo la luz de la luna. Bromista.
jokerman
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