cuentos y mas cuentos esta en over blog para leer todos los cuentos que quieras
En la calle Caracas vivia un hombre que amaba a una rubia. Pero ella lo despreciaba enteramente. Unas cuadras mas abajo dos morochas se morian por el hombre y se le ofrecian ante su puerta. El las rechazaba honestamente. El amor depara dos maximas adversidades...
Jaime Gorriti tomaba todos los dias el tren de las 14.35. Y todos los dias se fijaba en una estudiante morocha. Con prudente astucia trataba de ubicarse cerca de ella y -a veces- ligaba una mirada prometedora. Una tarde empezo a saludarla. Y algunos dias...
Pedro se sienta en los últimos bancos del aula, como corresponde a un chico que desdeña la educación y la vecindad de los poderosos. Las conspiraciones y los batifondos nunca lo hallan ajeno. Busca el riesgo de las transgresiones y la compañía de los...
Asmodeo: Soy Asmodeo, inspirador de tahures y dueño de todas las fichas del mundo. Conozco de memoria todas las manos que se han repartido en la historia de las barajas, Tambien conozco las que se repartiran en el futuro. Los dados y las ruletas me obedecen....
Satanás: ¿Qué pides a cambio de tu alma? Hombre: Exijo riquezas, posesiones, honores, distinciones... Y también juventud, poder, fuerza, salud... Exijo sabiduría, genio, prudencia... Y también renombre, fama, gloria y buena suerte... Y amores, placeres,...
Un caballero de la calle Caracas resolvió negociar su alma. Siguiendo los ritos alcanzó a convocar a Astaroth, miembro de la nobleza infernal. -Deseo vender mi alma al diablo -declaró. -No será posible -contestó Astaroth. -¿Por qué? -Porque usted es el...
Los dos hombres nacen el mismo día, a la misma hora. Sus vidas no se cruzan hasta que son enamorados por la misma mujer. Entonces se encuentran y pelean por ella. Uno de ellos obtiene la victoria y el amor. Al otro le corresponde el dolor, la humillación...
Este cuento esta inspirado en un poema de un monje tibetano, Pimpoche, y que rescribí según mi propia manera de decir, para mostrar una característica más de nosotros, los humanos. Me levanto una mañana, salgo de mi casa, hay un pozo en la vereda, no...
Hace dos años, cuando terminaba una charla para un grupo de parejas conté, como suelo hacer, un cuento de manera de regalo de despedida. Para mi sorpresa, esta vez, alguien del grupo pidió la palabra y se ofreció a regalarme una historia. Ese cuento que...