cuentos y mas cuentos esta en over blog para leer todos los cuentos que quieras
No hay en nuestra casa más que un lecho, demasiado ancho para ti, un poco estrecho para nosotros dos. Es casto, blanco del todo, desnudo del todo; ningún cubrecama oculta, en pleno día, su honesto candor. Los que vienen a vernos lo miran tranquilamente,...
Antaño, el ruiseñor no cantaba por la noche. Poseía un bonito hilo de voz del que se servía con habilidad desde la mañana hasta la caída de la tarde, al arribo de la primavera. Se levantaba con los camaradas, en el alba gris y azul, y el despertar asustado...
Las tres volvemos a casa empolvadas, yo, la pequeña doga y la perra de pastor flamenca. Ha nevado en los pliegues de nuestras ropas. Yo llevo charreteras blancas; en la cara chata de Poucette se funde un azúcar impalpable, y la perra de pastor centellea...
¡Oh tú, que danzarina me llamas, sabe hoy que no aprendí a danzar! Me encontraste juguetona y pequeña, danzando en el sendero y persiguiendo a mi sombra azul. Giraba como una abeja, y mis pies y mis cabellos, color de camino, se empolvaban con el polen...
Un caballero rural tenía una vieja casa que era todo lo que quedaba de un antiguo monasterio o convento derruido, y resolvió demolerla aunque pensaba que era demasiado el gusto que esa tarea implicaría. Entonces pensó en una estratagema, que consistía...
Ha sido constante motivo de reproche contra los artistas y hombres de letras su carencia de una visión integral de la naturaleza de las cosas. Como regla, esto debe necesariamente ser así. Esa misma concentración de visión e intensidad de propósito que...
Viva en la parroquia de San Bennet Funk, cerca del Mercado Real, una honesta y pobre viuda quien, después de morir su marido, tomó huéspedes en su casa. Es decir, dejó libres algunas de sus habitaciones para aliviar su renta. Entre otros, cedió su buhardilla...
Una tarde, tomaba mi vermú en la terraza del Café de la Paix, contemplando el esplendor y la miseria de la vida parisina y asombrándome del extraño panorama de orgullo y pobreza que desfilaba ante mis ojos, cuando oí que alguien me llamaba. Volví la cabeza...
Y el silencio reinaba en la Casa del Juicio, y el Hombre compareció desnudo ante Dios. Y Dios abrió el Libro de la Vida del Hombre. Y Dios dijo al Hombre: -Tu vida ha sido mala y te has mostrado cruel con los que necesitaban socorro, y con los que carecían...